21/8/07

Los espejos mágicos [parte 1]

Esta primera parte sobre los espejos mágicos trata sobre su uso específico para la adivinación.
Lo que les dejo a continuación, es un extracto del libro "La bola de cristal y los espejos mágicos", de Zoraida Candela (Ed. Robinbook, colección Hermética. En Yenny salió $10].

Los espejos para la adivinación.

Sugerimos que el lector busque con tranquilidad lo que será su espejo adivinatorio. Ya hemos visto, recorriendo la casa, que quizás disponemos de algún espejo cuyas vibraciones nos resulten interesantes o armónicas. Si éste es el caso, podemos evaluar la conveniencia de que este espejo pase a formar parte de de los que utilizaremos para la práctica adivinatoria. En caso contrario, debemos buscar y comprar uno siguien estos patrones:

1. Sobre la forma:
Debemos desestimar aqellos espejos de diseño cuyas formas irregulares pueden hacernos perder la atención. Lo ideal será un espejo circular o cuadrado, incluso rectangular, evitando los alargados, los que tienen formas sinuosas o poseen un espejo dentro de otro.

2. Sobre el marco o soporte:
Nos inclinaremos siempre por materiales nobles. Desecharemos el plástico y el cartón, escogiendo con preferencia espejos con marcos de madera o metal, siempre y cuando no produzca reflejos o brillos que puedan distraernos.
Otro aspecto a resaltar es que el marco del espejo no debería ser excesivamente vistoso o de complejos diseños, ya que en un momento determinado podríamos perder la concentración y distraernos con sus diseños o colores.
Con respecto a las tonalidades del marco, procuraremos que sean uniformes, y nos decantaremos con especial interés por aquellos que sean oscuros.

3. Sobre el tamaño:
El espejo adivinatorio debe ser, además de sencillo, práctico y manejable. Si bien podemos leer que algunos místicos era capaces de utilizar espejos de reducidas dimensiones, como Cagliostro (que al parecer se fugaba energéticamente de la cárcel en la que terminó sus días utilizando un espejo no mucho más grande que la uña de su pulgar), estos casos no son la norma.
Lo ideal para las personas que tienen poca práctica en el uso de los espejos será recurrir a aquellos que, sin contar el marco, tienen un tamaño que ronde los 50 cm. de lado o, si es redondo, de diámetro. Este tamaño será perfecto para no tener que forzar la vista, y su peso no ser+a excesivo, con lo que podremos manejarlo con bastante facilidad e incluso colocarlo inclinado sobre una mesa, apoyándolo en un sujetalibros o peana a tal efecto.

Ahora que cada quien tiene cómo conseguir su espejo ideal, en la próxima entrega (?) les dejo unos ejercicios para que practiquen.
Últimamente los espejos me atraen particularmente, debo admitir, por eso me compré este librito. Y también para superar algunos traumas infantiles [y no tanto] relacionados con los espejos de mi casa [y las cosas que se podían ver en ellos].
No hay que dejar de tener en cuenta que los espejos son entradas a otros Mundos.



1 mensajitos:

Nala dijo...

Ah no, y así me deja con la intriga ud?

Me interesan las técnicas y mucho más lo que se podía ver en los espejos de tu casa. Ya me contarás ;o)

besos!

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