12/1/09

Algo sobre Lughnasadh~

Lughnasadh también es llamado Lammas, del anglosajón "hlaef-mass", que quiere decir "misa de la hogaza" (loaf-mass, en inglés). Las "Crónicas anglosajonas", se refieren a esta fiesta como "el festival de las primeras frutas", como lo hace el Libro Rojo de Derby.
Era una fiesta popular durante la Edad Media, pero se extinguió después de la Reforma, aunque las antiguas costumbres son revividas en distintas culturas.

Es la fiesta de la primera cosecha, que abre el periodo en el que se recogen los cereales y se empieza a recolectar la fruta que se conservará para el invierno.
Lugh, dios del Sol al que se dedica esta fiesta, en las sagas irlandesas era el jefe de los Tuatha De Danann, el "pueblo de la Diosa Dana", que mostraba a las personas, como héroe fundador, las técnicas para arar, sembrar y recoger el trigo. En estos días se celebraba la Antigua Madre, que donaba los frutos de su seno. Es un momento de reflexión importante en la rueda de las estaciones: enseña la importancia del equilibrio, no sólo en la naturaleza, sino también en la vida personal. De hecho, todo lo que está vivo nace, crece, conoce la decadencia y se prepara para la muerte, para luego volver a nacer completando así el gran ciclo universal que perpetúa la vida.
La muerte es por lo general un pasaje, un momento de la transformación continua que es la existencia: el grano maduro se convierte en pan, que será comido y formará parte de nuestra sangre, alimentándonos y sustentándonos.
En muchas partes de Europa, pero en particular en Alemania, existía un rito antiquísimo, conocido como "de la última mostela": los cosechadores dejaban sin cortar un gran manojo de espigas, que dejaban en el campo y vestían de mujer, dándole el nombre de Madre del Trigo o Madre de la Cosecha. Todos los habitantes de la zona bailaban alrededor de esta mostela, que luego se dejaba en el campo como acción de gracias a la Madre Tierra.
En la Galia, con un ramo de tallos a los que se habían retirado todas las espigas, se confeccionaban muñequitas de paja, llamadas Hijas del Trigo, que eran conservadas todo el año como talismanes. Asimismo, en Escocia, Irlanda y otros países célticos, con motivo de Lughnasadh se prendía fuego a una rueda, que simbolizaba el Sol, y se dejaba rodar pendiente abajo para interpretar después su recorrido.
Sin embargo, al contrario de lo que muchos creen, ésta no es una fiesta del fuego, como Beltane, sino que estaba asociada al agua y la tierra.

Los paganos de hoy en día, honran el sacrificio del Dios en Lammas. A medida que la vegetación crece y florece, el Dios muere para que podamos vivir y comer. En el equinoccio otoñal, él entrará en el vientre de la Diosa así como la semilla entra en la Tierra. Luego en Samhain, el Dios rige como Rey de los muertos y en Yule, el solsticio de invierno, renace con el Sol, y el ciclo de crecimiento comienza una vez más.
Algunas ramas de la brujería tradicional celebran esta fecha como una fiesta del Dios y el espíritu masculino.



Fuentes: "Magia Wicca", de Christopher Wallace. Editorial DeVecchi.
"Lammas: Celebrating the fruits of the First Harvest", de Anna Franklin y Paul Mason. Editorial Llewellyn.


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