Para quien practica el neodruidismo, es una de las fiestas más importantes por el poder del Sol, y es el momento más propicio para adivinar y obtener auspicios. Conviene que quien decida dedicarse al estudio de las runas las deje expuestas todo el día a los rayos del Sol, para purificarlas y recargarlas.
Este día también es oportuno exponer todos los cristales que se posean a la luz del sol, para cargarlos de energía luminosa, de forma que se pueda almacenar para utilizarla cuando sea necesaria.
Según la tradición, se recogen grandes ramos de hierbas aromáticas para poner sobre el altar. Una parte será luego ofrecida a los Dioses y quemada sobre un brasero, de modo que el área que lo rodea será impregnada por su aroma y sus vibraciones. A las hierbas frescas se les puede añadir también algunas que hayan quedado del año anterior, ya que todo debe retornar a la Madre.
También se pueden preparar ramilletes de hierbas sagradas, que tendrán que ser siempre nueve, un número muy importante para los druidas. Son: romero, tomillo, laurel, salvia, mejorana, dragoncillo, hipérico, verbena y albahaca. Al finalizar las celebraciones de Litha, la comida ritual comprende todo tipo de fruta, ensaladas y verduras de la huerta.
Fuentes: "Magia Wicca", de Christopher Wallace. Editorial DeVecchi.
0 mensajitos:
Publicar un comentario